El destino de todo texto

El destino de todo texto
Aldous Huxley "Si uno es diferente, está condenado a la soledad"

sábado, 4 de marzo de 2023

ROMA


Gabriela se parece a ti de mil maneras. Son detalles ínfimos: la forma de los pies, algo en la mirada, su carácter es llevadero y tranquilo pero conoce la angustia. Le gusta reírse por nada y sufre en exceso cuando no está en un ambiente amigable. Dice tonterías como tú lo hacías y es la que más se ríe de ellas. Largos años te separan de su vida. He soñado que la conoces y que por un momento las vidas de las dos recorren una misma línea del tiempo. Con los años he llegado a soñar con muchas cosas que no sucedieron y que no sucederán: que un día milagrosamente regresas, pero que a nadie extraña, y los dos retomamos la conversación; que yo no hubiera perdido todos esos años siendo un tonto; que cada momento contigo lo pudiera recordar sin tanto esfuerzo. Una cosa no se ha ido y creo que ya no se irá: aprendí de ti el arte de conversar con los hijos…sin imposiciones, sin exigencias de reconocimiento “¡porque soy tu madre y me debes ese respeto!”. Siempre hablé con Gabriela de esa manera y cuando comenzó a producir sus propias palabras, las produjo en la misma clave.


Ahora está en Roma. No sé si regresará. A pesar de estar en esa ciudad cargada de pasado, su mundo es pequeño, Hoy por primera vez me mostró fotos de sus amigas, otras chicas confundidas que ríen por nada y que toman fotos de los que consideran los más feos y los más guapos del salón. Los comenté con ella como si fuera yo también a decidir algo, como si fuera una de sus amigas. Imagínate, ¡un viejo de 55 años, una edad que excede la máxima que tu tuviste, hablando de chicos adolescentes! Pero es su mundo, son sus cosas. Y son los pocos temas que ahora tenemos porque hemos perdido las experiencias conjuntas.

Pero luego fue ella la que me habló a mí en ese tono que asumió desde el momento en que aprendió a hablar, con certeza, con un toque de nostalgia en la voz. Había decidido que ella se vería como una turista, así estuviese allí por años. Que sabía que extrañaba su hogar, que es donde hicimos la vida contigo. Me pareció una decisión que no la obligaría a encajar a la fuerza. Pero sobre todo, comprendí que a donde fuera llevaría una parte de su casa, porque te lleva a ti con ella. Y en cierta forma sé que es tu forma de estar en este mundo. 

Nunca serás olvidada.